Defensa: La “cartera vacía” que Robles recibió de Cospedal (El Independiente)

Lorena Gamarra REDACTORA lorena.gamarra@elindependiente.com @lore_gamarra

No hubo traspaso de poderes, igual porque no había nada que traspasar”. Margarita Robles participó por primera vez esta semana en la Comisión de Defensa que se desarrolla en el Congreso de los Diputados como ministra. En su comparecencia, explicó los principales objetivos del Ministerio durante el tiempo que ostente el cargo, pero aprovechó para repetir lo que ya había denunciado hace una semana: que su antecesora no le había puesto al corriente de los asuntos en los que estaba trabajando el Ministerio.

Así se lo espetó al portavoz del PP en dicha comisión, Ricardo Tarno, cuando éste le reprochó las deficiencias que existen en las Fuerzas Armadas a la nueva responsable de Defensa, que apenas llegó hace tres semanas al cargo. Entre los objetivos que detalló en la Comisión, Robles mencionó su apuesta por la igualdad en el ejército, la conciliación familiar, la renovación de las infraestructuras de los cuarteles y un asunto de especial relevancia que llevan años reclamando los militares: una solución para la salida forzada del personal de Tropa y Marinería a los 45 años.

Cospedal encargó hace meses un informe sobre las retribuciones de los militares del que Robles no tenía conocimiento

Éste es, precisamente, uno de los asuntos en los que la ministra tendrá que trabajar casi desde el principio. Si bien señaló que para tomar medidas concretas partirán de las conclusiones que salgan de la Subcomisión sobre esta materia que también se lleva a cabo en el Congreso, avanzó que trabajaría en coordinación con otras administraciones para facilitar la integración laboral a los militares que tengan que salir del cuerpo por la ley aprobada en 2006. Toda una declaración de intenciones pero que en principio no supone una novedad porque “esto lo aprobó la anterior ministra antes de dejar el cargo”, apunta el presidente de la Asociación de Tropa y Marinería Española (ATME), Juan Carlos Tamame. La diferencia, en cambio, sí está en la predisposición mostrada, según el secretario de organización de la Asociación Unificada de Militares (AUME), Jorge Bravo.

Concretamente, esta medida está contemplada en el Plan Integral de Integración Laboral, o lo que entre los militares se conoce como Sapromil, una medida que contempla la creación de programas de incorporación a otros ámbitos laborales “que se ofrecerán durante la vida activa del militar y se implementarán en colaboración con las distintas administraciones públicas y con el sector privado” pero que, en la práctica, denuncian las asociaciones, no funciona. “No hay una dotación económica para llevarla a cabo, que es lo más importante, y en la actualidad gracias a este programa solo se ha colocado a tres personas”, denuncia Tamame. Con él coincide el secretario de organización de la AUME, que considera que esta medida no tuvo sus frutos porque “hay que sentarse con los distintos Ministerios” y eso es, precisamente, lo que quiere Robles.

Ambas asociaciones se muestran optimistas con la nueva responsable del departamento aunque en la reunión mantenida la pasada semana, en la que éstas le expusieron los principales problemas del Ejército, comprobaron que no le habían trasladado los trabajos que se estaban desarrollando en el ministerio. Por ejemplo, la equiparación salarial también en las Fuerzas Armadas fue un asunto que algunos portavoces echaron en falta en la Comisión. Cospedal, de hecho, encargó hace meses un informe sobre las retribuciones de los militares que nunca vio la luz y que, al preguntar Robles, “no sabía nada de él” y volvió a quejarse de la “cartera vacía” que había recibido de su antecesora. “Afirmó que no sabía nada, y no dijo si iba a hacer algo al respecto”.

Por el momento, defienden la claridad y la predisposición mostrada por Robles. Le recordaron que los socialistas han defendido en la oposición varias propuestas para la mejora del colectivo de Tropa y Marinería, por lo que ahora en el gobierno les tocaría trabajar por hacer efectiva esa “declaración de intenciones”. Sin embargo, Robles les reconoció que en los dos años que quedan de legislatura no será posible cambiar la ley para que estos militares tengan una salida laboral a los 45 años o tengan que dejar su puesto de trabajo, aunque trabajaría por cambiar su situación.

Si en algo se comprometió la ministra es en sentarse con los distintos Ministerios para buscar una solución en el menor tiempo posible, pero mientras tanto, las asociaciones piden que se paralice la salida de militares dado que el número cada año aumenta de forma exponencial. Desde el 2017, cerca de 800 militares han tenido que salir de las Fuerzas Armadas por la Ley de Tropa y Marinería y, en su mayoría no han podido reubircarse en otro sector. Al cumplir esta edad, según la Ley, los militares reciben alrededor de 600 euros mensuales hasta cumplir la edad de jubilación, lo que les deja en una situación vulnerable.

Según los datos facilitados por las asociaciones y elaborados por el propio Ministerio de Defensa, en 2019 finalizarán su contrato más de 1.000 militares de Tropa y Marinería y desde entonces cada año “seguirán saliendo por miles”, denuncia el presidente de ATME. Es por ello que ven tan necesario paralizar esta salida hasta conocer las conclusiones de la subcomisión o una nueva medida del ministerio.

No obstante, las asociaciones se han mostrado optimistas con la nueva llegada de Robles, aunque son prudentes. “En principio lo coges todo con pinzas, pero con agrado”, señala Tamame. Si bien la ministra avanzó que seguiría una línea “de continuidad” para evitar partidismos, algunos de los puntos que han sido muy bien valorados entre las asociaciones son precisamente los relacionados con la igualdad y la conciliación. Sobre este aspecto, Robles anunció un pleno monográfico, algo que han recibido con agrado dadas las dificultades para conciliar de este sector.

También han valorado las primeras visitas a las distintas unidades y cuarteles, donde Robles ha podido comprobar las deficientes condiciones en las que viven algunos cuerpos, “hacinados” en habitaciones según las asociaciones, sin agua caliente o sin conexión a internet. Condiciones que ya se ha comprometido a mejorar y con las que empezará a llenar la cartera de Defensa que recibió vacía de Cospedal.

Enlace a El Independiente, 01.07.18