“La ministra de Defensa Margarita Robles nos ha abandonado”, según denuncia la Asociación de Tropa y Marinería Española (ATME) (Fuente: Atalayar)
España se ha comprometido ante la OTAN a elevar a un 2% su gasto en defensa militar antes de 2030, sin embargo, las condiciones de vida de sus tropas son precarias lo que, de no atenderse con prontitud por el Ministerio de Defensa, puede convertirse en una debilidad en tiempos de vorágine geopolítica, guerras y roces geoeconómicos.
En voz de Marco Antonio Gómez, la situación de las tropas es casi de abandono por parte de la ministra de Defensa en funciones, Margarita Robles, porque no ha cumplido con los compromisos que, en su momento absorbió ante la Asociación de Tropa y Marinería Española (ATME) consistentes en mejorar las condiciones salariales y atender las demandas en torno a la profesionalización que los militares reciben durante su vida en el Ejército.
“Creímos que por fin atenderían nuestras peticiones porque nosotros siempre lo damos todo: hemos estado, en todas y cada una de las catástrofes a las que nos han enviado, tanto dentro como fuera, de nuestro país”, subrayó Gómez.
La ministra Robles si bien se comprometió a tener más reuniones con ATME no ha cumplido, lo que para Gómez es “decepcionante” porque confiesa que él en un principio creyó que la ministra de Defensa “vendría a cambiar las cosas” pero no lo hizo. “Nos ha dejado olvidados”.
“Y nosotros somos los que nos jugamos la vida porque siempre estaremos en el momento en el que nos llamen. Pero sí quiero decir que somos los peor pagados de toda la Administración Pública nuestros soldados y marineros están cobrando la friolera de 1.134 euros netos es lo que un soldado lleva a su casa aquí en España… es una auténtica vergüenza; es más, a un guardia civil o a un policía nacional, les han subido una media de 400 a 500 euros el sueldo”, reiteró.
Eso sí, denuncia el militar español, no se escatima en la compra de carros de combate ni en nuevo armamento, pero nadie toma en cuenta al personal que usará dicho armamento para saber en qué situación económica se encuentra.
Prácticamente, un soldado está en el escalafón más bajo de pagos: una persona que trabaje en un supermercado en España de media puede ganar entre 1.400 a 1.600 euros al mes.
Entonces, la situación es muy compleja para las Fuerzas Armadas en España que están conformadas por 120.000 militares de todos los rangos. El cabo primero Gómez, explica en esta exclusiva, que este sueldo es para todos los militares de tierra, de mar y de aire, aunque con el tiempo van ascendiendo.
“Yo en mi caso llevo 28 años como cabo de servicio permanente del Ejército de Tierra. Un policía local, un chico o una chica, con 18 años que apruebe una oposición para la Policía me dobla el sueldo… casi a triplicarlo y estamos hablando que yo llevo 28 años de servicio militar”, añade tajante.
No solo existe está injusticia salarial en la escala de tropa y de marinería que Gómez cita “es la peor pagada de España” también se dan casos de sargentos y sargentos primeros que después de tres años de Academia dejan sus puestos para irse a la Guardia Civil, como rasos o policías locales, porque ganan más en esos puestos que como sargentos o sargentos primeros.
“Nosotros juramos morir además damos nuestra vida. Queremos que la ministra de Defensa atienda nuestras demandas vamos a volver a insistir una vez se forme gobierno en España”, comenta convencido.
Además, el soldado Gómez trae a colación que la tropa constantemente tiene que hacer concursos de oposición para soldado, luego para acceder a cabo, después a cabo primero; y luego examinarse para la permanente, después para cabo mayor.
“Por lo tanto, somos la escala que más exámenes hace. Las pruebas que nos ponen a los militares de nuestra escala son siempre más duras y difíciles que cualquier otro colectivo, por ejemplo, la Guardia Civil o la Policía”, apunta.
Hay falta de cabos, de suboficiales, de sargentos. La gente no quiere ser oficial porque lleva arrastrando a su familia toda la vida y no le ayudan; hoy en día, los tenientes coronel que son gente con más de 16 años de servicio se están yendo a la calle a trabajar para Amazon o para empresas de seguridad que ven en los militares un personal cualificado que es además muy trabajador.
Hace poco, prosigue Gómez en su relato, el propio Ejército mandó una carta pidiendo a los jefes de Batallón que tomasen posesión de las unidades: “Porque no querían y renunciaban a los ascensos porque supone moverte con tu familia y no te ayudan en la movilidad geográfica; el Ministerio de Defensa da una auténtica limosna para movilidad, estamos hablando de 200 euros para llevarse a la familia; es una vergüenza”.
Y luego está el problema de la temporalidad…
Efectivamente también hay que tomar en cuenta la temporalidad en las Fuerzas Armadas. Un chico o una chica después de llegar a los 45 años de edad, la Ley dice que debe abandonar las Fuerzas Armadas con una paga no contributiva de 638 euros; se marcha a la calle sin ninguna titulación que es el gran problema que tienen las Fuerzas Armadas porque no tenemos ninguna titulación acreditativa de cuántos años hemos servido al país.
Gómez desdibuja el drama de los soldados españoles: “No hay forma de acreditar que un soldado ha sido cocinero, electricista, mecánico o ha realizado cualquier especialidad técnica. Así es que a los 45 años dejas las Fuerzas Armadas, te vas a la calle y en el Servicio Nacional de Empleo no figura ninguna experiencia laboral, no se tiene ninguna convalidación… vamos es una auténtica aberración”.
Bajo ese panorama, un soldado a los 45 años debe salir de las Fuerzas Armadas y se va con 600 euros al mes y sin la acreditación profesional para poder reinsertarse laboralmente como civil.
“Se va para engrosar la fábrica de parados de larga duración y en edad productiva. Tanto el Ministerio de Defensa, como el Gobierno, tienen que habilitar unas reincorporaciones efectivas para la vida civil y no se está cumpliendo; están mandando a la calle a hombres y a mujeres que sirvieron como militares sin nada que demostrar y con muchas cargas familiares, prácticamente solo quedan ayudas y subvenciones”, remarca el militar español.
Gómez insiste en que es necesario que el Ministerio de Defensa escuche y atienda sus demandas: “Da igual si son mil que cuatrocientos, estamos hablando de militares que son los garantes de la libertad y de la seguridad del país. Cuando un militar sale a la calle a gritar dignidad deben replantearse que algo está pasando, sin embargo, no nos hacen caso”.
¿Qué están planteando?
Necesitamos que nuestra ministra que es la jefa de todos los militares dé un paso al frente y vaya al Ministerio de Hacienda y les diga la situación real que tenemos. Que somos los peor pagados de toda la Administración Pública y que es una vergüenza porque estamos en servicio los 365 días del año, las 24 horas del día y eso vale 1.134 euros al mes y encima nos jugamos la vida.
¿Cuántos miembros del Ejército están en dicha situación?
En la escala de tropa y de marinería somos la más amplia de toda España. Hay más de 76.000 militares de tropa.
De la delicada situación en Europa, con la invasión de las tropas rusas en Ucrania, que ha puesto en alerta a todo el continente y a los miembros de la OTAN; y con la reciente guerra entre Israel y Gaza, desatada a raíz de un ataque terrorista sorpresa por Hamás, Gómez percibe la situación como muy preocupante. “Por eso es fundamental tener un buen Ejército con militares bien pagados y entrenados”.
Atalayar, 30.10.23