Los soldados piden eliminar los arrestos del Código Militar

Los soldados piden eliminar los arrestos del Código Militar

La Asociación de Tropa y Marinería teme que la nueva ley los mantenga. Sostienen que el 96% de las sanciones son a la escala básica

Los soldados temen que la excesiva rigidez disciplinaria vaya en detrimento de sus derechos.

F. MANTECÓN 10/11/2013

 Pocas veces una frase tan aparentemente positiva ha despertado tanto recelo. Hace unos días, el ministro de Defensa, Pedro Morenés, aseguró que el nuevo Código Penal Militar, una reforma «para las Fuerzas Armadas del siglo XXI», garantizaría el imperio de la Justicia para que «nadie tenga que esperar del favor ni temer de la arbitrariedad».

Un lema aparentemente lógico, que sin embargo ha despertado los recelos de la Asociación de Tropa y Marinería Española (ATME), al figurar en las Reales Ordenanzas de las Fuerzas Armadas de 1978, ya derogadas. Temen que el ministro respete no solo los lemas, sino también las normas, y mantenga los arrestos, que ellos abogan por abolir.

La lucha no es nueva, pero, por las informaciones que manejan, puede ser una batalla perdida. Ya hubo voces con el anterior Ejecutivo socialista que abogaban por retirar las privaciones de libertad, sustituyéndolas por las sanciones económicas que recoge el proyecto de Régimen Disciplinario. Ahora temen que se vayan a combinar ambas.

«Se supone que las modificaciones han de ser para mejor», explicó el portavoz nacional de ATME, Juan Carlos Tamame. «Para los civiles, la privación de libertad ha de pasar por una comparecencia ante un juez, asistido por un abogado; para nosotros, basta con que un día no te hayas afeitado bien o lleves las botas sucias para que suframos un arresto», lamenta el presidente, que califica estas sanciones de «desproporcionadas».

Pese a que el Consejo de Estado recomendó prescindir de estos arrestos, su decisión no es vinculante, y la asociación teme que el Gobierno los mantenga, combinados además con las sanciones económicas, «que son por las que abogamos», aclara Tamame. Con la nueva estructura de las Fuerzas Armadas, esto provoca además un nuevo problema, el de la conciliación familiar. «Imaginemos el caso de una madre, que sufra un arresto de cuatro días, con niños pequeños. Nos cargamos la conciliación familiar», añade.

La asociación rehúsa hablar de arbitrariedad en estas sanciones, pero sí apunta a una desproporción en el castigo de las faltas graves. Según datos de Defensa, con un 61,5% de presencia en el cuerpo –unos 80.000 de 130.000–, la escala de tropa y marinería acumula un 96% de los castigos, por un 4% entre los suboficiales y un porcentaje cercano al 0% entre los oficiales.

Otro de los temas que preocupan a ATME es la inexistencia, un año más, de plazas para pasar a la reserva en la escala básica del ejército. Los presupuestos de Defensa para el 2014 contemplan una reducción salarial de unos mil soldados –de 80.000 a 79.000–, y según los datos que manejan el porcentaje de la reducción que plantea el Gobierno en los próximos años, de hasta 30.000 efectivos, recaerá principalmente en la tropa.

Sin embargo, «como paradoja, el 21 de octubre se autorizaron los cupos para el pase a la reserva con carácter voluntario para el personal de las Fuerzas Armadas, donde una vez más no aparecen cupos para la tropa y marinería permanente», lamenta la asociación. Abogan por crear esta figura, y dar así «paso a los jóvenes». Recuerdan asimismo que un reservista de tropa quedaría con un sueldo de 1.200 euros al mes, frente a los 1.800 de un suboficial o los hasta 2.400 de un oficial, todo ello una vez cumplidos 35 años de servicio y alcanzados los 53 años.

 Fuente: El Periódico de Aragón